Cuando todavía estaba cursando Letras y estaba haciendo mis primeras experiencias en el mundo de las ediciones académicas, tuve la oportunidad de trabajar con Mirta Meyer, mi mentora, con quien hicimos un trabajo precioso para la Escuela de Lenguas Modernas de la Universidad del Salvador.
Solamente hicimos dos números, porque en pleno proceso de corrección del segundo número, Mirta partió, y terminamos el trabajo entre Héctor Valencia (que era el director de la revista), Carlos Gardini (el esposo de Mirta), mi mamá y yo.
Aquí dejo los dos números para los curiosos y los amantes de las Lenguas Modernas.