Volvió al Teatro 25 de Mayo una nueva versión del clásico de Eduardo de Filippo, con Claudia Lapacó y Antonio Grimau en los papeles principales: Filomena Marturano.
Esta obra, tan querida por el público argentino, tuvo múltiples versiones protagonizada por grandes figuras del teatro y el cine nacional, pero, en esta oportunidad, adquiere una impronta diferente gracias a la versión de Dany Mañas, y la visión de la directora, Helena Tritek, prioriza el vínculo entre los protagonistas manteniendo la estética de la época.
La obra impacta por la fuerza del carácter de la protagonista: una mujer que vivió su infancia en plena miseria y, por decisión de su familia, se prostituye. Con una vida transitada y una pareja infiel, decide poner fin a los secretos y las mentiras: lo único que necesita para ser feliz es reencontrarse con sus hijos, ya adultos, y darles un apellido.
El tópico del nombre se emparenta con una tradición europea muy fuerte, al menos en España y en Italia: el honor y la honra son lo necesario para ser «alguien» en la vida, y una prostituta pareciera no tener ninguna de esas virtudes.
Sin embargo, en la medida en que avanza la obra, el público puede discernir los valores que mueven a esta gran mujer y, en consecuencia, se gana no solo el respeto de don Doménico, sino también del mundo; pero, por sobre todas las cosas, se gana el amor que siempre mereció y nunca tuvo. Entonces, las palabras de la canción se resignifican en la voz de Doménico, y en las lágrimas del ser amado: «Tutta la mia vita sei tu».
Ficha de la obra:
Actúan: Antonio Grimau, Claudia Lapacó, Matías Mayer, Milagros Almeida, Natalia Cociuffo, Abian Vainstein, Victorio D`Alessandro, Ignacio Pérez Cortés
Dirección: Helena Tritek
Autor: Eduardo De Filippo
Escenografía: Eugenio Zanetti
Iluminación: Eugenio Zanetti
Versión: Dany Mañas
Prensa: Octavia