
La voz inconfundible de Edith Piaf revive en el escenario a través de la interpretación apasionada de Nana, actriz y cantante francesa nacida en Montmartre, quien transforma cada canción en un viaje de emociones. En un espectáculo íntimo y conmovedor, Nana se sumerge en el universo de Piaf con un repertorio que abarca desde los himnos más icónicos hasta aquellas melodías cargadas de nostalgia y rebeldía.
El escenario es un espacio de evocación y transformación. Un piano vertical domina la escena, con el pianista Mariano Sarra de espaldas al público, sin que se pierda el vínculo con la gente. La magia está en las manos que bailan sobre el teclado, con las que crea un espectáculo dentro de la escena. Sobre una tarima, Nana viaja en el tiempo: encarna a Edith Piaf, y recorre las distintas etapas de su vida. Un maniquí de costurera, con un vestuario que también se presenta de espaldas, se convierte en un símbolo de metamorfosis: a lo largo del espectáculo, las prendas cambian, y le dan forma a los semblantes de Piaf en sus momentos más luminosos y oscuros.
Más allá de la interpretación escénica, Nana canta Piaf se sostiene en un trabajo vocal minucioso. Piaf, con su inconfundible vibrato, su proyección intensa y su fraseo que alternaba entre la dulzura y el desgarramiento, creó un sello inimitable. Nana logra capturar esa esencia sin caer en la imitación, sino resignificándola con su propia sensibilidad. Su técnica vocal, sustentada en un profundo dominio del diafragma y en el uso expresivo de las dinámicas, permite que cada palabra cobre peso, que cada nota resuene con la emoción justa. El fraseo entrecortado, la articulación precisa y la manera en que la voz se rompe en los momentos exactos convierten su interpretación en una experiencia inmersiva, donde la fuerza dramática de Piaf renace con una autenticidad conmovedora.
El espectáculo recorre momentos clave de la vida de Piaf, con especial énfasis en su apasionada historia de amor con el boxeador Marcel Cerdan, quien se convirtió en el gran amor de su vida y cuya trágica muerte inspiró el desgarrador Hymne à l'amour. Entre anécdotas, canciones y una puesta en escena que captura la esencia dramática y visceral de Piaf, Nana canta Piaf no es solo un homenaje, sino una experiencia en la que la artista se deja atravesar por la intensidad de su legado.
Se trata de una propuesta cargada de dramatismo, sensibilidad y el espíritu indomable de Edith Piaf, en el marco del Festival Temporada Alta en Buenos Aires, del 13 al 23 de febrero en Timbre 4. Bajo la dirección de Myriam Henne-Adda, con el acompañamiento de Mariano Sarra en el piano, este espectáculo promete ser una celebración de la música, la memoria y la emoción en su estado más puro.
Ficha de la obra:
· Actriz y cantante: Nana
· Pianista y arreglos musicales: Mariano Sarra
· Dirección: Myriam Henne-Adda
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